Fundado en 1978 por Normando Moreno Santana, el “despacho jurídico” en su configuración actual, tras la incorporación de María Fernanda Pérez Ramos en 1986, constituye la consolidación de un proyecto profesional concebido como pluralista, independiente, eficiente, capaz de prestar útiles servicios a clientes de la más diversa condición, personas físicas, grupos empresariales, instituciones y colectivos, de desigual situación y actividad, desde una permanente actitud de entrega y rigor en sus actuaciones.
Se ha evitado el crecimiento desmedido que impide la dedicación personalizada y limita el debate interno en la búsqueda de soluciones; en el despacho jurídico, como mínimo dos profesionales, unos de ellos director de área, participa en el análisis , definición de las estrategias, y redacción de los trabajos.
El compromiso de respuesta a las exigencias de nuestros clientes propició la diversificación de sus áreas de actividades especializadas, complementando el campo del derecho administrativo con especial relevancia del Urbanismo abarcando tanto el planeamiento como la gestión urbanística y la Disciplina e Intervención Urbanística. Fruto de esta experiencia consolidada este despacho formó parte del equipo redactor de la vigente Ley Canaria del Suelo, Ley 4/2017 y se le asignó la redacción del también vigente Reglamento de Gestión y Ejecución del Planeamiento aprobado por Decreto 193/2018.
La especialización en Derecho Público se complementa con profesionales con amplia experiencia en expropiaciones urbanísticas, contratación pública, personal al servicio de la Administración o reclamaciones tributarias, extendiéndose también hacia el derecho civil con incorporaciones más recientes de jóvenes profesionales que se han formado bajo la misma deontología que caracteriza a este despacho desde su inicio donde todos sus miembros acabaron por conformar un despacho jurídico referente en el sector de la asesoría legal de estas islas, donde abogados y personal de administración y secretaría han contribuido a formar un equipo plenamente integrado capaz de hacer frente a los cada vez más complejos retos que plantea una sociedad dinámica en continua evolución en todos las ordenes, listo para actuar con la celeridad debida perseverando en sus acciones imaginativas sin escatimar esfuerzos, para el logro de los legítimos objetivos encomendados por los clientes.
El cotidiano proceder del despacho Jurídico desde los momentos fundacionales se resume en la certera reflexión del catedrático de derecho mercantil, maestro de abogados, D. Aurelio Menéndez Menéndez, “He pensado siempre que, frente a la simplificación de concebir la actividad del jurista como un mero servidor de la ley, o mero exegeta o buscador de la voluntad del legislador, hay que formar juristas creadores del Derecho, capaces de entrar por las amplias puertas constitucionales y por los intersticios del ordenamiento jurídico en busca de soluciones técnicamente correctas dentro del sistema, pero mejor inspiradas en criterios de justicia y equidad”.
El nacimiento del despacho jurídico coincidió con la Constitución de 1978, y tras cuarenta años de intenso, serio, y acreditado trabajo, ha merecido el reconocimiento de la sociedad canaria, cuyo servicio constituye básicamente su razón de ser se encuentra ahora robustecido, manteniendo vigentes los principios fundacionales, y con renovada ilusión compartida sin fisuras por todos los que lo formamos, en los avances de la Unión Europea reforzamos los vínculos con otros despachos afines que operan en distintos países del espacio común de Europa.
El despacho Jurídico se adapta así a las nuevas circunstancias que apuntan hacia la proyección internacional en el sector del asesoramiento cada vez más interdependiente y multidisciplinar, sin renunciar al límite de lo artesanal, garante de la serenidad y profundidad de los análisis y de la atención personalizada.